No debe ser fácil para un artista llegar a los 50 y dar un giro a su estética musical sin por ello renunciar a todo lo labrado antes. Pero ante hechos sobrecogedores las respuestas no puede ser menos contundentes.

Es en 2012 cuando Mariem Hassan da una nueva dimensión a su propuesta musical. Los acontecimientos de estos últimos tiempos que han irrigado todo el sur del Mediterráneo, conocidos como la “Primavera Árabe”, junto a la incombustible lucha del pueblo saharaui por su independencia, son la brújula por la que se guían las canciones de su último disco El Aaiún Egdat (Arde El Aaiún). En él la gran diva saharaui, Mariem Hassan, sigue manteniendo firmes sus bases en el haul, pero se acerca al blues, al jazz y a sonidos contemporáneos como nunca lo había hecho un artista del Sáhara Occidental.

Una canción infantil, "Arfa" inaugura un álbum intenso y sorprendente, que quiere ser por encima de todo una obra llena de libertad y exploración, tanto en su temática como en su expresión. La voz de Mariem nos golpea como un llanto desgarrador lleno de esperanza por un futuro mejor que sale desde lo más profundo de un cuerpo (encarnación de todo un pueblo) en lucha, indomable e inasequible al desaliento. La belleza se convierte una vez más, como la única forma digna de protesta que queda a ciertos pueblos demasiado maltratados.